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CINE

Los mejores cortos españoles llegan a Marruecos

03/12/2008
M. Posadas.- Tánger


El Festival Curt Ficcions, que se celebra cada año en España desde hace más de una década, exhibió esta semana en en el cine Rif de Tánger y en el Instituto Francés de Tetuán una selección de siete de los mejores trabajos de la edición de 2007, todos ellos premiados o muy valorados por el público y la crítica.

El cortometraje gallego ‘Madres’, de Mario Iglesias, -que estaba fuera de concurso en el Curt Ficcions de 2007 porque superaba la extensión máxima permitida- abrió casi dos horas de exhibición con una historia centrada en una pintora a la que le encargan un difícil retrato que la llevará a un viaje interior y que terminará siendo revelador para ella. Además, como el mismo título evoca, es un homenaje a la figura maternal actual.

‘Cirugía’, de Alberto González, es un corto de animación muy breve realizado en el País Vasco que relata en clave de humor una supuesta primera cita entre un chico y una chica. A éste le siguió, el andaluz ‘Desconocidos’, de David del Águila, que cuenta cómo las nuevas tecnologías mantienen aislada a una familia.

Tras estas dos cintas, se mostraron dos de los mejores trabajos presentados: ‘Temporada 92-93’ (Barcelona), de Alejandro Marzoa, y ‘Nasija’ (Tenerife), de Guillermo Ríos. El primero es un divertido relato de dos aficionados al fútbol que sufren el inminente descenso a Segunda División de su equipo, mientras que el segundo muestra de una forma muy original y cuidada la desgarradora historia de una joven subsahariana condenada a morir lapidada.

‘El prestidigitador’ (Madrid), de Ugo Sanz, trata sobre un chico al que no le apetece estudiar y recurre a las trampas. Con moraleja final incluida, recrea una estética de ‘western’ a modo de duelo entre el profesor y el alumno.

‘Equipajes’, de Toni Bestard (Madrid/Islas Baleares), cerró la exhibición de los cortos españoles, con una historia sobre la pérdida de las maletas en los aeropuertos con final sorprendente.

El Festival Curt Ficcions, que el próximo mes de enero iniciará una nueva edición, empezó como una colaboración con el Festival de Cinema de Girona en 1997.

En estos once años, se ha convertido en un ambicioso proyecto con dos objetivos claros: mostrar al público la calidad del corto español y crear para este género un espacio estable, sólido y continuo en el mundo del cine en España, explica la organización.

En 2004, el certamen traspasó por primera vez las fronteras españolas para exhibirse en las salas de Francia y el año pasado llegó hasta Marruecos, donde cuenta con la colaboración del Instituto Cervantes.