Entrevistas
ESCRITOR LORENZO SILVA
"Los hispanistas marroquíes deben reivindicar el español como elemento constitutivo de la cultura marroquí, no menos que el francés"
12/12/2013
Abdelkhalak Najmi
Lorenzo Silva es el último ganador del Premio Planeta 2012 por su novela 'La Marca del Meridiano', este autor se considera uno de los escritores españoles contemporáneos de mucho éxito y conoce bien la historia de Marruecos, sobre todo la del Rif. Nació en 1966, en el barrio de Carabanchel, en Madrid. Estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Después de obtener su licenciatura dedicó más de 10 años a este oficio, sin olvidar su verdadera afición la literatura.
Su abuelo participó en la Guerra de África (Desastre de Annual) y Lorenzo Silva tiene, actualmente, algunas tías y primos viviendo en Rabat. Ha escritor varias obras sobre Marruecos, cabe destacar: 'Del Rif al Yebala' (2001), ´El nombre de los nuestros´ (2001), 'Carta Blanca' (2004) y este año ha escrito 'Siete ciudades en África' (2013).
- Su abuelo participó en la Guerra de África (Rif) ¿Cómo valora esa contienda y sobre todo por qué ha escrito cuatro libros sobre este desastre?
La valoro como un error trágico, que costó muy caro a los españoles y también a los marroquíes, aunque quizá su influencia en la Historia de España, sentando las bases de una guerra civil, fue todavía más intenso y devastador.
- El escritor y periodista Ramón José Sender consideraba la Guerra de África un grave error de España. ¿Está usted de acuerdo con esta afirmación? Y por otra parte, algunos críticos dicen que sus obras sobre Marruecos tienen mucho que ver con 'Imán' la conocida obra de Ramón José Sender.
Mi respuesta anterior deja claro que estoy de acuerdo, no sólo con él, sino también con Ángel Ganivet, que decía lo mismo de la aventura marroquí en 1896, antes de que se iniciara, y a quien el tiempo dio la razón. Sender me parece el mejor escritor español que escribió sobre la guerra de África y uno de los mejores del siglo XX. Para mí su referencia es insoslayable, aunque estaba muy ideologizado y sentía una necesidad de despotricar contra todo el estamento militar que yo no siento: entre los militares españoles en África hubo también gente honrada, generosa, inteligente y sacrificada.
- Algunos críticos han indicado que estos cuatro libros que ha escrito sobre Marruecos, una parte importante de este material está basada en los recuerdos personales de su abuelo. ¿Hasta qué punto es cierto?
Una parte importante, sino cuantitativamente, sí cualitativamente. La experiencia de mi abuelo fue la de uno de tantos soldados que pasaron por allí, durante seis años, eso es cierto, pero él sólo pudo ver una pequeña parte de la historia. El resto lo he hallado en libros, documentación, otros testimonios. Eso sí, contar con el testimonio vivo de alguien que conoció todo de primera mano es muy valioso para un novelista, ese material, aunque sea limitado, tiene un valor incalculable para un novelista.
- Hay muchos pasajes en su obra en la que recrea usted aspectos especialmente salvajes de la represión legionaria contra las poblaciones civiles tras el descubrimiento de los actos violentos de los rifeños.
Son cosas que sucedieron, hay testimonios de otros y de los propios legionarios, fotografías, etcétera, y que en el contexto pueden entenderse, aunque jamás aprobarse. Pensemos que se trataba de individuos marginales, siempre en primera línea, donde veían toda clase de horrores, muchos cometidos por los rifeños sobre sus compañeros muertos. El instinto de venganza forma parte de la condición humana.
- En el libro de ´Rif a Yebala; viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos´, aparte de contarnos la propia historia de la guerra de África cuenta también su experiencia personal.
Ése es un libro de viajes, que recoge mi experiencia y las impresiones que obtuvede Marruecos en primera persona, en el verano de 1997. Es, por fuerza, una visión limitada y subjetiva, pero también con ese material se escribe la Historia.
- ¿Cree usted que la obra 'Carta Blanca' es la novela más dura de todas las que ha escrito y su personaje es el más complejo, paradójico y difícil?
Posiblemente. No me divierte la violencia, y en ese libro la hay a raudales, porque relata lo más violento de una época violenta. La paradoja, y la dificultad, es recordar que toda esa atrocidad la produjeron seres humanos, como yo.
- ¿Podemos considera la obra ´El nombre de los nuestros´ como una novela antimilitarista?
No en el sentido estricto. No pretendo denigrar a los militares, como institución, sino mostrar el daño que pueden causar las decisiones políticas que prescinden del sufrimiento de quienes han de llevarlas a la práctica, y el que pueden causar, a su misma gente, los militares que no están a la altura de su oficio. Pero en mi novela también hay militares dignos, que perecen con sus hombres.
- Se habla mucho de que España usó las armas químicas contra la población civil. Usted que ha viajado mucho por esta zona y ha entrevistado a varias personas. ¿España usó estas armas?
Las usó, no cabe duda, y así lo atestiguan tanto Sender como Hidalgo de Cisneros, que las arrojó desde aviones. Otra cosa es el daño que causaran, porque se usaron de forma bastante incompetente y el terreno no era propicio para que fueran demasiado dañinas.
- Usted asistió a las II jornadas del hispanismo marroquí en Tánger en 2003. Y conoció a varios miembros de la Aemle ¿Cómo valora usted el hispanismo marroquí?
Como un pedazo valioso de la Hispanidad que desde España se debería cuidar más. Algunos lo intentamos, en la medida de nuestras posibilidades (yo coordiné junto a Marta Cerezales y Miguel Ángel Moreta una antología, 'La puerta de los vientos'), pero creo que debe haber un esfuerzo institucional mayor. Y también que los hispanistas marroquíes deben reivindicar el español como elemento constitutivo de la cultura marroquí, no menos que el francés.
- ¿Su último libro complementa los otros tres libros ya publicados sobre Marruecos? ¿Qué encontrará el lector de nuevo en este último 'Siete ciudades en África'?
Más historia, más sistemática, y de forma más divulgativa. Digamos que es un ensayo que trata de reflejar, de forma general y a través de los siglos, sin perjuicio de su enfoque particular a través de siete ciudades y de la época del Protectorado, el vínculo profundo entre las dos orillas del Estrecho.
- ¿Tiene usted la intención de presentar este último libro en Marruecos?
Ya lo he presentado en Nador, y espero poder hacerlo también en Tetuán, Larache y quizá Tánger y Fez.
© Diario CALLE DE AGUA