Reportajes

Tetuán

Las importaciones ‘ceutíes’ y la indumentaria tradicional encabezan las ventas

21/07/2014

 Salma El Azrak

Menos de dos semanas quedan para que termine el mes sagrado del Ramadán, un mes que la población de Tetuán vive  con gran regocijo, pero que concluye con otra celebración donde la alegaría perdura tres días consecutivos de festividades, Eid Al Fitr o  Fiesta del fin del Ramadán. 

El ambiente festivo marcado por los excesos alimenticios como característica común entre todas las naciones del mundo árabe. No obstante, este rasgo que  muchos dietistas critican, representa una importante ventaja para los comerciantes de la ciudad, que ven en este mes una peculiar alta temporada, ya que sus ventas se ven aumentadas considerablemente, gracias a los caprichos de los ayunos y sus gustos por platos ricos y manjares condimentados. 

Curiosamente, las tiendas que importan productos alimenticios españoles de Ceuta suelen encabezar la lista de las más altas ventas, Adnan que lleva una tienda de comestibles importados en su mayoría de la ciudad de Ceuta y que muchos de ellos son de la ‘marca blanca’ del Líder o Día, asegura que “la gente suele optar por productos importados de Ceuta, sabes, productos considerados clásicas en Tetuán, y que en su mayoría no se encuentran en Marjane, o Assima, como Cola Cao, Nocilla,  productos lácteos, dulces…”

No obstante, el área donde mayor ventas y movida se registra es la artesanía, debido al toque religioso y tradicional de este mes que despierta el gusto de la población por la ropa tradicional.  Los bazares de la Medina de Tetuán, subrayan que lo tradicional recobra su atractivo durante este mes que califican como una de las mejores temporadas para su negocio. 

Babuchas, Cherbil (babucha femenina), Chilabas y Abayas, son los productos más demandados por su clientela. Sobre los cuales los comerciantes suelen importar diferentes diseños y estilos de todo Marruecos, especialmente de Marraquech y Fez, sin olvidar de prevalecer la artesanía local.

La medina y especialmente el barrio de Debaghin que es considerado la meca de la ropa tradicional marroquí y tetuaní, suele recibir avalanchas de jóvenes tetuanís que a diferencia del resto del año visitan los rincones más aislados de la medina en busca de indumentaria tradicional que prefieren estrenar en sus visitas a familiares o simplemente para ir a rezar en la mezquita.

Hamid cuya tienda se ubica en el Souk Fouki señala que “ normalmente y durante todo el año no solemos contar con los nativos entre nuestra clientele,y especialmente la nueva generación, o sea los jóvenes,  son los turistas los que suelen adquirir la ropa tradicional como recuerdo que llevan de Marruecos”. El socio de Hamid añade una excepción: “ los tetuaníes que suelen comprar ropa tradicional suele ser gente mayor, de tercera edad, que siguen vistiéndose a la manera tradicional”.  

Con el fin de este mes sagrado, la vida en Tetuán recobra su curso normal, la población se despide del  del Tabbal ( hombre que toca el tambor para despertar a la gente para preparar la última comida, Shur) para  recibir al Neffar  (hombre que despierta a los habitantes de su vecindario con una trompeta para preparar el primer desayuno del Eid), que anuncia el retorno a la vida normal, más moderna que tradicional.

 

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