El documental 'Cien metros más allá' recoge la vida a un lado y otro de la frontera marroquí con Melilla. Centenares de mujeres, conocidas como portadoras, cruzan esta frontera y la de Ceuta con decenas de kilos a sus espaldas para hacer llegar a Marruecos algunos de los productos que no se encuentran fuera de España y de la Unión Europea.
El largometraje documental 'Cien metros más allá', escrito y dirigido por Juan Luis de No y que cuenta el asesoramiento antropológico de Mokhtar Marzok, refleja esta situación en su día a día.
Un drama que salpica habitualmente a los medios de comunicación cuando se producen avalanchas en las que varias mujeres se juegan la vida.
Según ha publicado el periódico 'Ideal' de Granada, la cinta va más allá de la mera noticia y se introduce en la vida diaria de estas personas frecuentemente olvidadas. Son personajes reales que por un par de euros cruzan la frontera como mulas de carga.
Los protagonistas de la película son el pequeño empresario del contrabandismo Mustafá, el abuelo Hasan, el joven Said, recién casado con una marroquí de Barcelona, y Fátima, una madre de 36 años abandonada por su marido con un hijo de 12 años. A través de sus testimonios y de sus idas y venidas por la frontera presentan su duro oficio, a menudo dificultado por las leyes de inmigración europeas y los aduaneros marroquíes.
Una doble verja de más de ocho kilómetros de longitud separa dos mundos muy diferentes y muy cercanos.
En 1985, los bereberes residentes en Melilla se encontraron en una situación inconcebible, no pertenecían oficialmente a ningún país y los vientos que soplaban en Europa les convertían en extranjeros en su propia tierra. Tras semanas de revueltas, se reconoce la ciudadanía española a aproximadamente 30.000 bereberes. «Es entonces cuando comienza a levantarse una gran verja. Una verja mental, política, económica y también física», explican Juan Luis de No y Mohatar Marzok.
Gracias a la existencia de la nueva frontera, la economía melillense entra en un período de crecimiento brutal. Melilla es puerto franco y la cercanía geográfica a Marruecos convierte a esta ciudad en el lugar ideal para introducir mercancías en África. Los productos asiáticos, americanos y europeos llegan en grandes contenedores y se implanta un contrabando, permitido de forma no oficial, que inunda de productos baratos todo Marruecos y otros países africanos.
Miles de personas, hombres y mujeres, bereberes y árabes, de todo Marruecos, se han ido congregando durante años en los alrededores de la frontera, en la ciudad de Nador, para obtener las migajas del gran festín. «En pocos años lo que era un pequeño pueblo fronterizo se ha tornado en una gran urbe rodeada de barrios de chabolas donde se hacinan los más pobres a la espera de cambiar sus vidas gracias a la frontera», según los autores.
Unos esperan la oportunidad para colarse en Melilla y luego poder pasar a Europa en los bajos de un camión o escondidos en un ferry; otros simplemente se acercan cada día a vender cigarrillos o cacahuetes a alguna de las miles de personas que por allí pululan. «La mayoría -dicen- se convierten en mano de obra para el contrabando. Una mano de obra muy numerosa, y estas gentes son invisibles para las autoridades de uno y otro lado».
En esta atmósfera se desenvuelven diariamente los personajes de 'Cien metros más allá', muy diferentes unos de otros, pero con algo en común: la frontera condiciona sus vidas.
La película llega a Granada tras haberse proyectado, entre otros, en el Festival de Cine Documental de Amsterdam (IDFA), en el de Cine Español de Málaga y en el reciente certamen Docupolis de Barcelona. Juan Luis de No, junto a Javier Gómez Serrano y Stéphane Grueso, son los integrantes de Elegant Mob Films.
Entre sus numerosos trabajos, vienen desarrollando desde el año 2000 -con la incorporación de Mohatar Marzok- un proyecto centrado en el Rif.