El Gobierno español ha denegado la solicitud de asilo de una marroquí, embarazada de un inmigrante hindú, que puede ser encarcelada en su país, según denunció ayer el presidente de la ONG Prodein, José Palazón.

A la mujer se le ha dado un plazo de tres días para abandonar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, que se cumplió ayer, y otros quince días más para abandonar España y volver a Marruecos, según la organización no gubernamental.

Palazón ha explicado que si la joven regresa a su país podría ser llevada ante un juez por estar embarazada, algo que, como mínimo le conllevaría una multa e incluso su ingreso en prisión. Asimismo, podría ser considerado un agravante el hecho de que el padre de la criatura que espera no sea musulmán, sino hindú, algo que, según el presidente de Prodein, no está permitido a las mujeres. "Eso no es posible en Marruecos", asegura Palazón, quien manifiesta que en otras situaciones parecidas sí se ha producido una resolución favorable a la petición de asilo. 

Además, prosigue, la joven, que se encuentra en su séptimo mes de gestación, teme la reacción de su familia y que pueda "sufrir malos tratos". De momento, "se está a la espera" de la salidad de la mujer del CETI, donde también se encuentra su pareja desde hace cuatro años.