La polémica surgida en un centro educativo de Lugo con una alumna marroquí de 13 años que dejó de ir a clase porque, al parecer, la dirección del centro no le permitía llevar el velo islámico en las aulas, quedó zanjada con la decisión de Educación, que resolvió admitir que la alumna puede portar la prenda.
Según ha publicado el diario 'El Correo Gallego', la Consellería de Educación indica que "mientras la joven cumpla con el currículo educativo establecido no hay ningún problema para que la escolar acuda a clase con el velo islámico".
La decisión ratifica la medida adoptada por la jefatura territorial de Educación en Lugo, a cuyo frente está José Ramos Ledo. La alumna de religión musulmana escolarizada en un centro de la capital lucense llegó de Marruecos junto con su madre y dos hermanas el pasado mes de junio, cuando su padre, Zarzour Smail, que trabaja en Lugo, solicitó ala Administración la reagrupación de la familia.
Según el padre, la niña acudió al inicio del curso a las clases con vestimenta occidental y el velo. La dirección, según el padre, le indicó que debía quitarse el velo para asistir a clase. Smail asegura que la pequeña porta el velo por gusto y no por obligación y que se negó a quitárselo.
Después de diferentes gestiones con la dirección del centro y en la delegación de Educación, la familia magrebí no pudo solucionar el problema planteado y la niña dejó de ir al colegio.
Finalmente, tras un mes sin acudir a sus clases, el padre se entrevistó el martes pasado con el jefe territorial de Educación, José Ramos, que, tras negociar con la directora del centro educativo, resolvió que la chica podía acudir a las aulas con el controvertido velo.
El padre lamentó la pérdida de clase de su hija y el mal trago derivado de esta situación, que consideró "discriminatoria por motivos religiosos" y pidió respeto, como sucede en otros países y otras partes de España, para las alumnas musulmanas que quieran portar el velo islámico.