El Tribunal de Primera Instancia de Casablanca condenó ayer a un año de prisión firme una mujer reconocida culpable de actos de tortura sobre su empleada de casa.
Esta condena se combinó con una multa de un dirham simbólico en favor de las asociaciones de protección de la infancia que se constituyeron partes civiles.
En su defensa el abogado de la victima (12 años), abogó que un establecimiento público especializado o una asociación de protección de la infancia se toma en cargo la victima garantizándola al mismo tiempo un seguimiento psicológico conveniente.
En su defensa el acusada proseguida para '' premeditada agresión, golpe y heridas contra una menor '', había solicitado las circunstancias atenuantes para el prevenida, apoyando su petición por un certificado médico que certifica que la víctima está “en buena salud y no sufre de ninguna grave lesión ".
Por el contrario, el representante de la Fiscalía afirmó que la pequeña presentaba rastros de tortura visibles, requiriendo la aplicación de la pena máxima prevista en este caso.