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TÁNGER

Se aproxima el juicio contra el empresario sevillano acusado de intentar violar a su empleada

 |  11/03/2011
Se aproxima el juicio contra el empresario sevillano acusado de intentar violar  a su empleada Ferdaous Emorotene-Tánger.


El empresario sevillano que fue denunciado por su empleada marroquí por intento de violación, agresión sexual y maltrato que provocó un aborto, el pasado 8 de febrero en Tánger, será juzgado por el Tribunal de dicha ciudad el próximo día 24 de marzo, según confirma a este diario la abogada de la víctima, Hakima Zouitni.

Selma Moudden (foto), casada y madre de una niña de casi 3 años, defiende su versión y acusa a este último de haber manipulado los hechos declarando a los medios de comunicación españoles que las acusaciones presentadas ante el fiscal del Rey fueron desestimadas y el caso fue sobreseído.

El acusado cuyas iniciales corresponden a F.R, de 45 años, casado y con tres hijos, había declarado en varias ocasiones y como reflejan varios artículos publicados en la agencia Europa Press o ABC Sevilla, que el juicio fue “desestimado” por el juez “porque las declaraciones de la denunciante y la testigo no coinciden, son incongruentes y no hay fundamentos para los hechos por los que se le acusa”.

En el mismo sentido el ingeniero señaló que ha tomado la decisión de denunciar “el intento de extorsión que ha sufrido en Tánger por parte de un trama organizada de personas cuyo objetivo, según ha asegurado, era encarcelarlo para posteriormente negociar una cantidad de dinero y retirar así la denuncia”.

Según una copia del proceso verbal número 97/2011 facilitada a este diario por la denunciante, los hechos ocurrieron la mañana del 8 de febrero cuando la mujer de la limpieza (L.M) escuchó gritos de la demandante y quiso saber lo que pasaba, entonces vio al acusado sujetando con fuerza el brazo de Selma.

Esta última y según la misma fuente narra que, aquella mañana estaba en la oficina cuando F.R se le acercó declarando su gran atracción por ella, cogiéndola con fuerza de la mano para llevarla al dormitorio que se encontraba en la misma oficina.

“Me asusté y le dije que parara, le empujaba con todas mis fuerzas, pero él seguía arrastrándome hasta el dormitorio, diciéndome que era una mujer joven, guapa y que mi marido no era digno de mi”, aporta Selma agregando que “no quiso soltarme hasta que vio la mujer de la limpieza, al instante me fui corriendo hacia la puerta pidiendo a L.M acompañarme”.

Después que Selma depositara la denuncia justificada por varios certificados medícales y fotos que aseguran su demanda, las autoridades han transmitido al acusado una citación policial que le informa la necesidad de presentarse ante la policía lo más pronto posible.
El acusado y según sus propias palabras reflejadas en el Proceso Verbal, cuando recibió la citación optó por dirigirse al puerto de Tánger para ir a su ciudad natal, Sevilla porque tenía varios "asuntos pendientes”.

Estando en el puerto de Tánger, las autoridades competentes habían comunicado a F.R la decisión de cerrarle las fronteras y apoderarse de su pasaporte hasta su presentación ante la policía.

Confiada a la justicia, Selma Moudden declara que lo único que espera es que se “haga justicia y que se sepa la realidad de lo ocurrió aquel día”, al contrario lo que ha difundido el acusado a todos los medios de comunicación “que apuntan a mi madre y mi familia como una banda que quería extorsionarle”.

“F.R mintió rotundamente, porque la empresa propiedad del acusado junto otros socios españoles nunca ha sido inscrita en la Agencia Nacional para la Promoción y Empleo (ANAPEC). Mi trabajo con este empresario surgió de manera directa a través de otra empresa de movimiento de tierra onubense, que planeaba firmar con ellos un convenio y que al final se pudo realizar, fue a través de ellos que nos conoció y nos propuso a mí y a mi marido trabajar con él, tengo en mi posición varios mensajes que aproaban lo que digo”.

Selma apunta que está muy sorprendida por las declaraciones de F.R donde señala que desconocía la relación entre sus dos empleados.

“Lo sabía desde el primer día, sabía que éramos marido y mujer, conoce nuestra hija hasta su socio español cuyas iniciales son R.CH  conoce la familia”.
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