miércoles, 15 de enero de 2025
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SUCESOS
El temporal se cobra en dos semanas 44 vidas en Marruecos
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06/02/2009
M. Posadas.-Tánger
El temporal que azota Marruecos en las dos últimas semanas ha provocado la muerte de al menos 44 personas, decenas de heridos, el derrumbamiento de más de 500 viviendas, el hundimiento de dos puentes y otros daños materiales, según fuentes oficiales.
Todas ellas murieron tras el desplome de sus casas debido a las fuertes lluvias o por el peso de la nieve sobre los tejados.
Asimismo, alrededor de 7.000 hectáreas y doce pueblos con una población total cercana a los 5.000 habitantes se han inundado a consecuencia de las lluvias en la región de Gharb-Chrarda-Bni Hssen hasta ayer jueves por el desbordamiento del río Oued Beht, según un comunicado del Ministerio del Interior facilitado por la agencia de noticias MAP.
A estas nuevas víctimas hay que añadirles los 28 muertos que se registraron la semana pasada por las inundaciones en diferentes regiones de Marruecos.
Decenas de personas han resultado heridas, más de cinco mil se han visto afectadas y mil 600 han tenido que ser evacuadas por las crecidas de siete mil hectáreas del río Ued Beht, en la zona del Gharb (costa atlántica), que inundó doce pueblos, según informaron hoy fuentes oficiales locales.
Las autoridades informaron de que las aguas sumergieron otras zonas del país, como en Tánger, al norte del país, donde viviendas y dependencias públicas y locales comerciales en las zonas industriales quedaron anegados.
Ante esta situación, el Gobierno marroquí anunció hace 15 días que pondrá en marcha un fondo especial para luchar contra las catástrofes naturales, financiar las operaciones de seguridad urgentes y asistir a las poblaciones afectadas.
En esta línea, el ministro de Interior, Chakib Benmusa, citado por la agencia oficial MAP, aseguró hoy que se han creado unos comités de vigilancia como parte de un plan de anticipación.
Las autoridades han proporcionado asistencia médica para las poblaciones afectadas y han instalado centros de acogida y tiendas de campaña, que han aprovisionado con mantas y generadores de electricidad.
Estas iniciativas llegan tras un otoño y un invierno en que la intensidad de las precipitaciones ha castigado duramente a Marruecos.