Texto y foto: Amira Debbabi-Tánger
El Instituto Cervantes de Tánger ha brindado un homenaje al hispanista e intelectual Simón Levy y por este motivo se ha inaugurado la exposición bibliográfica ‘Los judíos en Marruecos’ que pretende mostrar, a través de una selección de los fondos conservados en la Biblioteca Juan Goytisolo, la importancia social y cultural de esta comunidad en la historia de Marruecos.
Los tres conferenciantes que hicieron dicho homenaje fueron el historiador y arabista Bernabé López García; la especialista en tradición oral e identidad judía de Marruecos, Vanessa Paloma Elbaz y la conservadora del Museo de la Memoria Judía en Casablanca, Zhor Rehihil.
Bernabé López comenzó su intervención con un 'power-point' que recogía sus experiencias vividas con Simón Levy. “Conocí a Simón Levy a través de Internet por medio de dos estudiantes en la Universidad Mohamed Ben Abdellah de Fez”, afirmó.
Vanessa Paloma Elbaz habló sobre todo del trabajo de tesis de Simón Levy, sobre todo, acerca de la mirada específica de la lingüística judeo árabe, sobre las reseñas de español pero también de otras lenguas lo que supone otra manera de conocer la identidad dentro de la lengua. “Historiadores hablan sobre cómo podemos mirar la historia de otra manera como a partir de movimientos lingüísticos, movimientos migratorios, etc. El trabajo de Simón Levy es exactamente eso” afirmó Vanessa.
“En Fez hubo una comunidad judía que vivió momentos muy difíciles pero también hubo un siglo de posibilidad de haber sido convertido y seguir practicando el judaísmo. Luego hubo conflictos y se separaron ambas comunidades” (las que después de convertirse, profesaron su nueva religión y los que siguieron profesando el judaísmo), aseguró la especialista en identidad judía en Marruecos.
En 1492, España expulsa a los judíos de su territorio y muchos llegan a Marruecos asentándose sobre todo en Fez y Mequinés y se produce el encuentro entre las dos lenguas. “En Fez, los judíos que se asentaron allí, provenían de Castilla y Andalucía, por lo que, debido a las diferentes costumbres de ambas comunidades, pronto surgieron los problemas. En cambio, a nivel de la lengua, los judíos de Fez eran bilingües. Sin embargo, en Meknés desde 1492 hasta 1682, la comunidad judía era bilingüe, luego solo hablaron judeoárabe”, afirmó Vanessa.
Finalmente, tuvo lugar la intervención de Zhor Rehihil que la hizo en francés. “Trabajé quince años junto a Simón Levy en el Museo de la Memoria Judía en Casablanca”, afirmó.
La Fundación del Patrimonio Cultural Judeo-marroquí de Casablanca se fundó en 1995 y sus objetivos eran la preservación y la restauración del patrimonio judeo-marroquí además de transmitir la cultura. El Museo abierto en 1997 y de 700 metros cuadrados, es el único en el mundo árabe. Anteriormente, era un antiguo orfanato judío que cerró en 1994 y a partir de allí, se comenzaron las obras para transformarlo en museo etnográfico en el cual hay exposiciones permanentes y temporales.
Simón Levy (1934-2011), hispanista, intelectual de gran peso y hombre de compromiso político (fue militante del PPS y llegó a formar parte de su comité central), presidió la Fundación del Patrimonio Cultural Judeo-marroquí y organizó el Museo de la Memoria Judía en Marruecos, del que era a la vez conservador, en Casablanca. Su preocupación fue siempre la de preservar el legado judeo marroquí, en un país en que la comunidad judía, ante-islámica, está desapareciendo.