Los jóvenes de 15 a 24 años representan casi una quinta parte de la población marroquí, así lo revela el informe ‘La juventud en cifras’, que ha hecho público recientemente el Alto Comisionado del Plan (HCP) con ocasión del Día Internacional de la Juventud.
Según indica esta fuente, el total de los jóvenes está estimado en 2011 en casi 6,3 millones de personas, de los cuales el 50,6 % son chicos y 49,4 % son chicas. El 55, 7% de estos jóvenes viven en la ciudad, representando el 18,3 % de la población urbana mientras que los que viven en zonas rurales representan el 21,2 %
El HCP ha añadido que el 97,4 % de los varones de este grupo de edad está todavía soltero mientras que el 22,6 % del sexo opuesto ya ha contraído matrimonio (28 % en el medio rural y 16.9 % en las ciudades).
En el nivel de estudios, el informe aporta que en este ámbito la educación de las niñas, se mejoró significativamente en los últimos diez años, por lo que la proporción de jóvenes sin escuela secundaria disminuyó de 29,8 % en 2000 a 11,4% en 2011. En factor de sexo estas proporciones han alcanzado, en 2011, en el nivel primario y secundario el 60,6% (contra el 58,2% en 2000) para los chicos y 51% (contra 39,5 en 2000) para las chicas.
Asimismo más de un tercio (36.4 %) de estos jóvenes que viven en la ciudad tienen el nivel de clasificación de educación secundaria, mientras que esta proporción es sólo del 10.9 % en el campo. Sin embargo, la progresión de este índice es más rápida en las zonas rurales que en las zonas urbanas ya que se multiplicó por 2,8 veces en las zonas rurales contra 1,5 en el medio urbano.
Por ello y debido a esta mejora en su nivel de educación y formación, las actividades juveniles han experimentado un descenso neto en los últimos diez años. Asimismo la tasa de actividad de esta categoría de la población ha pasado del 45,8% en 2000 al 35 % en 2011, registrando una disminución de 10,8 puntos (14,5 puntos entre los chicos y 7,4 puntos entra las chicas).
El sector agrícola, forestal y pesquero lleva casi la mitad de los jóvenes en edad de trabajo, que es aproximadamente una quinta parte de los activos ocupados y son los más ocupados en este sector.
En las zonas urbanas, más de dos tercios de los jóvenes activos son empleados, mientras que en las zonas rurales, donde el estado de la asistencia familiar es primordial, esta proporción apenas supera el 20 %.
Más de un 48.6 % de estos jóvenes en el medio urbano y del 41,2 % del mundo rural admite que el matrimonio es una de sus principales preocupaciones. Esta proporción es mayor entre varones (57.6 %) que entre las mujeres (34.1 %). El matrimonio representa para dos de cada tres jóvenes, un valor de referencia que se justifica por el deseo de estabilidad o por motivos religiosos.
Más de 95,8% de estos jóvenes revelan que el empleo y la igualdad de oportunidades en el mercado laboral constituyen su mayor preocupación, mientras que el 80,3% se preocupan por tener una vivienda digna.
La mitad de los jóvenes considera que el nivel de la riqueza familiar es el principal factor para un éxito y un futuro prometedor, mientras que una cuarta parte (25%) señala que afiliarse a un partido político es la manera de tenerlo. El 80% de estos jóvenes no piensan que la seriedad, la ambición y la competencia sean, en definitiva, los motivos fundamentales para alcanzar este objetivo.
Por último en términos de ocio, la televisión sigue siendo la ocupación principal del 68,7 % de estos jóvenes, mientras que el 20,7 % apunta que es el deporte, 12,5 % la lectura y un 2,7 % las manualidades y actividades artísticas.