El velero-clínica de la organización holandesa pro aborto ‘Women on Waves’ (Mujeres sobre olas) se encuentra fondeado desde el jueves día 4 en el puerto deportivo marroquí de Marina Smir, (Rincón, cerca de Tetuán), vigilado por fuerzas de seguridad marroquíes que mantienen a la Prensa alejada del lugar e impiden cualquier intento de subir a bordo o bajar a tierra.
"El barco llegó hace ya varios días a este puerto, al conocer que las autoridades pretendían bloquearlo; era la única forma de llegar hasta las costas marroquíes", explicó la diputada holandesa Liesbeth van Tongeren, desplazada al lugar.
Sus promotoras, la organización holandesa Women on Waves, dijeron en Rabat que seguirá dando informaciones científicas sobre los métodos abortivos mediante píldoras de acceso público.
Según una militante de Women On Waves, el velero se queda en la zona con el "objetivo de practicar abortos farmacológicos lo más seguros posibles". Según las autoridades marroquíes el velero llegó a Marina Smir el pasado 2 de septiembre pero no fue hasta el 4 de octubre cuando hizo pública su presencia.
Es la primera vez que realiza su actividad en la costa de un país musulmán. El conocido como ‘barco del aborto’, que al actuar en aguas internacionales se ampara en la ley holandesa, había sido invitado por la organización marroquí Mali (Movimiento Alternativo para Libertades Individuales) para promover la legalización del aborto en Marruecos.
En el puerto de Smir, ante cuya bocana patrulla una fragata para impedir el acceso de la embarcación, medio centenar de manifestantes de la coordinadora para la defensa del derecho a la vida, coreaban mensajes como 'Dejadlos nacer', 'Aborto, crimen contra la humanidad', 'Derecho a la vida', 'Fuera asesinos' y otros hostiles a la campaña de la ONG.
Dos miembros de Women On Waves empezaron a distribuir octavillas en las que apoyan el derecho al aborto y la iniciativa de repartir píldoras abortivas a quienes así lo deseen, pero terminaron abandonando el lugar hostigadas por los manifestantes. La Policía mantuvo una discreta presencia en los muelles, donde había numerosos periodistas.
Debate social
La llegada del barco holandés ha sido fuertemente criticada por la prensa marroquí. La iniciativa, calificada por algunos de valiente y por otros de provocadora pretende llamar al Gobierno a "derogar los artículos 449 a 458 del Código Penal que penaliza el aborto."
La presidenta de ‘Mali’, Ibtissam Lachger, explicó a la prensa que la campaña es una oportunidad para retomar el debate sobre un asunto tabú en la sociedad marroquí, como es el aborto.
Por su parte, la asociación marroquí en defensa del derecho a la vida hizo un llamamiento a las autoridades marroquíes para impedir la llegada del barco “porque eso se opone a las costumbres marroquíes”, especificó la asociación.
“Cómo se puede imaginar que un barco, que pertenece a una organización no gubernamental destinado a efectuar operaciones de aborto, puede entrar en nuestro país cuando fue rechazado en países como España e Irlanda” se preguntó la presidenta de la Asociación Marroquí para la lucha por el derecho a la vida, Aicha Fadili.
El presidente de la Asociación Marroquí para la lucha contra el aborto clandestino (Amlac), Chafik Chraibi, dijo estar en contra del enfoque de la organización holandesa, "nuestro propósito es realizar abortos legalmente y en las mejores condiciones sanitarias" y que en noviembre o diciembre realizarán unas jornadas en el Parlamento Europeo sobre el aborto ilegal señalando que hay partidos políticos como PPS (en el Gobierno) y USFP y PAM, en la oposición, que están a favor de regular una apertura parcial del aborto.
La organización holandesa ofrece información sobre el uso de un medicamento que puede usarse como método abortivo hasta la décima segunda semana del embarazo. "Esta información científica se puede ofrecer basándonos en el artículo 25 de la Constitución marroquí, que garantiza el derecho a la libertad de expresión", explicó la fundación pro aborto.
El barco, que normalmente fondea a 12 millas de las costas del país al que se desplaza, es una clínica ambulante en la que se realizan abortos en condiciones acordes con la ley holandesa, que permite esa práctica durante las 24 primeras semanas de gestación.
Sin embargo, por motivos de seguridad, el barco-clínica solamente realiza la interrupción del embarazo a bordo hasta las 6 semanas y media de gestación y a través de una píldora abortiva.
Con anterioridad, el barco viajó a Irlanda (2001), Polonia (2003), Portugal (donde el aborto fue legalizado en 2007) en 2004, y España (2008).
Aunque el aborto es ilegal en ese país magrebí, la organización holandesa estima que cada día entre 600 y 800 mujeres abortan en Marruecos, aunque el acceso seguro a esa práctica solamente es posible en el caso de personas con recursos económicos altos, mientras que embarazadas de clases sociales más bajas recurren a métodos que implican riesgos para la salud.
La ley marroquí sanciona con una pena entre uno y cinco años de cárcel y una multa al médico o cualquier persona que provoca el aborto, y entre seis meses y dos años de prisión a la paciente que aborte intencionadamente.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los métodos de aborto inseguros son la causa de un 13 % de la mortalidad relacionada con el embarazo.