Representantes de la Unión Europea (UE) y de Marruecos acabaron sin acuerdo la cuarta ronda negociadora,del acuerdo pesquero que concluyó el viernes 1 de febrero. Se decidió retomar las conversaciones los próximos 11 y 12 de febrero en la capital marroquí, Rabat.
La Unión Europea y las autoridades marroquíes retomaron el miércoles 30 la nueva ronda de negociaciones, en la que trataron de cerrar un acuerdo de pesca que permita a la flota comunitaria, sobre todo la española, volver a faenar en aguas gestionadas por Rabat. Las discusiones se centraron en los aspectos técnicos más conflictivos del convenio y en el capítulo financiero.
El equipo del Ejecutivo comunitario está encabezado por la comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki. Por parte marroquí encabeza el equipo negociador la secretaria general de Pesca Marítima, Zakia Driouich, mientras que el equipo europeo está dirigido por Stefan Depypere, director de Asuntos Internacionales y Mercados en la Dirección General del Mar.
Se daba por hecho que Marruecos no va a rebajar sus exigencias de 36,1 millones de euros anuales por el acuerdo, lo que implicaría por la parte europea exigir más derechos de pesca para hacer el acuerdo rentable y remediar así uno de los puntos débiles del anterior protocolo.
Precisamente, su infrautilización fue uno de los argumentos mencionados por el Parlamento Europeo para suspender el convenio en diciembre de 2011.
En las reuniones de los últimos meses trascendió que Marruecos ha ofrecido una mayor capacidad de capturas en especies pelágicas, lo que puede interesar a los grandes buques arrastreros del norte de Europa, que pescan miles de toneladas, aunque son especies de escaso valor añadido.
La flota española cuenta menos en toneladas pero pesca especies más rentables (como el atún), y constituía el 80% de los barcos que faenaban en los caladeros marroquíes en el anterior acuerdo.
Los pescadores españoles afectados, unos 70 buques, sobre todo canarios y andaluces, han recibido ayudas para compensar el parón hasta diciembre de 2012, pero las normas de la UE no permiten nuevas prórrogas.
El primer acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos se remonta a 1995, época en que era con diferencia el convenio de pesca más importante con terceros países.