El lunes día 9 se celebra la Jornada Mundial contra la corrupción, implantada por Naciones Unidas. La organización alemana, con sede en Berlín, Transparencia Internacional (TI) ha hecho público su tradicional informe anual sobre el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) en 2013. TI ha estudiado a 177 países (este año uno más, Sudán del Sur) en transparencia percibida de su sector público este año.
Marruecos ocupa el puesto 91, es decir baja tres puestos respecto al año pasado que ocupaba el 88 y seis (85) respecto al 2011. Catar en el puesto 28, es el país más transparente entre los del mundo árabe. Otros son Omán, el 61; Arabia Saudí, 63; Jordania 66; Túnez ocupa el 77. En peor situación que Marruecos se encuentran Argelia (94) –que mejora nueve puestos respecto al año pasado-, Egipto (114), Mauritania (119) y Líbano (127).
Yemen, Sudán, Somalia, Corea del Norte, Afganistán, Sudán del Norte, Iraq y Libia son los países más corruptos del mundo y Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia y Suecia los menos.
Según el Centro de Asistencia Anticorrupción (Cajac), en 2013 se realizaron 797 denuncias por corrupción, y 605 de las mismas provienen de la capital, Rabat. Por detrás de los organismos dependientes del ministerio del Interior, la mayor parte de las denuncias conciernen a Sanidad y Justicia.
TI destaca que este año ha cambiado los métodos aplicados para medir la corrupción. En una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (muy transparente), dos tercios de los 177 países clasificados en el Índice de Percepción de la Corrupción 2013 obtienen una puntuación inferior a 50 puntos. Ello demuestra que las instituciones públicas “deben incrementar su transparencia y que los funcionarios en puestos de poder deben rendir cuentas de manera más rigurosa", dice el informe.
“Las sociedades continúan pagando el alto costo que supone la corrupción. En el mundo árabe, los líderes deben atender las demandas de un mejor gobierno”, advierte la presidenta de Transparency Internacional, Huguette Labelle.
El IPC 2013 es un indicador global que se calcula a partir de datos de 13 fuentes proporcionadas por 13 instituciones de prestigio. Todas miden el alcance general de la corrupción (frecuencia y/o magnitud de los sobornos) percibida en el sector público y político y ofrecen una clasificación de países.