Una imagen (ver foto) tomada en el camping marroquí de Chauen por Jon Goikouria Larrabeiti ha resultado la ganadora de la última edición del concurso fotográfico Objetivo África, que Casa África en Madrid organiza por cuarto año consecutivo.Imágenes de Marruecos han acaparado dos de los tres primeros premios.

El primer premio, dotado con 600 euros, ha recaído en la imagen 'Problema y solución a pie de lavabo', de Jon Goikouria Larrabeiti (Vizcaya), en la que el jurado valora su alto nivel técnico, destacando la composición simétrica y rítmica; la simbología de los elementos y la dicotomía entre orden y desorden. Según el autor, la imagen muestra al mismo tiempo el problema y la solución a la escasez del agua desde una perspectiva poco habitual.

También, el tercer premio, dotado con 200 euros, ha ido a parar a la imagen 'Agua del Desierto', de Pau Barrena Capilla (Barcelona), protagonizada por un grupo de jóvenes en torno a una cisterna de agua en la ciudad marroquí de Tinghir. El jurado subraya el dinamismo de la composición, construida en tres planos con distintos niveles semánticos, así como la espontaneidad que transmite la instantánea.

El jurado, compuesto por los fotógrafos Raquel Zenker y José Juan Torres de León y el comisario de arte Christian Perazzone, otorgó este premio tras una reunión que se produjo el martes 17 en Casa África y en la que se decidió que el segundo premio recayera en una imagen de Miguel Ángel Gómez Martín y el tercero, en una de Pau Barrena Capilla.

Objetivo África recibió, en esta ocasión, la obra de 200 participantes procedentes de Europa, África y América, convocados a volcar su creatividad sobre el tema del agua. Los ganadores, todos españoles, proceden de Vizcaya, Madrid, Barcelona y Cádiz.

Objetivo África premia, en esta ocasión, las fotografías que mejor den a conocer los aspectos positivos del continente africano en relación con el agua, temática de esta edición, que coincide con el Año Internacional de la cooperación en la esfera del agua proclamado por Naciones Unidas. Las fotografías debían mostrar un enfoque optimista con el objetivo de derribar los estereotipos que desde hace mucho tiempo han marcado al continente vecino.