En el puerto de Tánger se han incautado en los últimos días alrededor de 3.260 cajetillas de cigarrillos de contrabando que contienen un total de 65.200 unidades. Lo que supone que se ha convertido en una práctica llevada a cabo de forma rutinaria por varias personas que posteriormente proceden a su distribución por distintas partes de la geografía europea.
Según fuentes aduaneras, tal cantidad de tabaco fue descubierta en dos controles por separado para ser posteriormente exportados a distintos países europeos. En la primera operación de control se incautó alrededor de 1.560 paquetes ocultos en la parte trasera de una camioneta conducida por un ciudadano marroquí residente en España, según la misma fuente.