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La Guardia Civil desarticula una red que sustraía placas solares para luego venderlas en Marruecos

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| 20/05/2009

La Guardia Civil desarticula una red que sustraía placas solares para luego venderlas en Marruecos

La Guardia Civil ha desmantelado una red dedicada al robo de placas solares en zonas agrícolas de la Región de Murcia, en España, que transportaban hasta el puerto de Almería para posteriormente venderlas en Marruecos.

En la operación han sido detenidas cuatro personas y se han intervenido un total de 215 placas solares que habían sido sustraídas en las localidades murcianas de Dolores de Pacheco, Torre Pacheco y Lobosillo, valoradas en 200.000 euros.

Las investigaciones comenzaron en febrero cuando la Guardia Civil advirtió un incremento de hechos delictivos cometidos con el mismo 'modus operandi' contra explotaciones agrícolas y casas de campo, principalmente en la comarca del Campo de Cartagena.

Los investigadores comprobaron que detrás de los robos se encontraba una banda integrada por varias personas de origen magrebí y establecieron dispositivos de vigilancia y seguimiento con el fin de conocer la estructura y organización de este grupo para su desarticulación.

Según la misma fuente, los componentes de esta red se desplazaban por distintas localidades de la Región de Murcia para cometer los robos y adoptaban numerosas medidas de seguridad como la utilización de "coches lanzadera".

Los integrantes de esta banda, con estructura organizada y jerarquizada, materializaban sus primeros pasos con el estudio y fijación de sus futuros objetivos, principalmente explotaciones agrícolas y casas de campo.

Estas exploraciones eran realizadas "de forma muy discreta", fijando su objetivo fundamentalmente en paneles fotovoltaicos y motores de riego, que robaban durante la noche para evitar ser sorprendidos, y después los almacenaban en inmuebles.

Posteriormente, los paneles solares y motores de riego sustraídos eran cargados en furgonetas, mezclados con electrodomésticos en mal estado, enseres viejos y chatarra, y trasladados a través del Puerto de Almería hasta el norte de África, donde los vendían.