La secretaria de Estado de Inmigración de España, Consuelo Rumi, afirmó ayer que la cooperación con Marruecos constituye un "ejemplo de éxito" de la política migratoria española, lo que alentó a Madrid a extender este modelo de cooperación a otros países africanos.

Rumi explicó, durante un encuentro con la prensa extranjera acreditada en Madrid, que esta política permitió una "reducción considerable" de las llegadas de las embarcaciones de emigrantes clandestinos en las costas españolas, en particular, en las Islas Canarias que registraron en 2005 y en 2006 olas sin precedentes de emigrantes subsaharianos, según informó la agencia estatal marroquí MAP.

"Esta baja no se debe a la crisis económica que afecta a España, sino al refuerzo de los controles" en las costas africanas para impedir la salida de embarcaciones hacia el archipiélago canario, insistió la responsable española.

Por el contrario, Rumi reconoció que la crisis económica, que afectó fuertemente a España, contribuyó a la baja de las llegadas a España de ciudadanos de los países sudamericanos.
La responsable española destacó que las necesidades de su país de mano de obra extranjera "van a crecer una vez pasada la crisis económica", haciendo hincapié en la necesidad de encontrar una adecuación entre la contratación de la mano de obra extranjera y las necesidades del mercado laboral en España.

"La política migratoria adoptada por el Gobierno español se basa en un modelo intercultural que da prioridad a la integración de los nuevos ciudadanos, implicando al mismo tiempo a los autóctonos", explicó Rumi, quien aseguró que este modelo migratorio establece "la igualdad de oportunidades, de los deberes y de obligaciones" entre los españoles y los inmigrantes.

Destacó que su país estableció desde 2004 una política migratorio, cuyos principales ejes son la lucha contra la inmigración clandestina, el refuerzo de la ayuda al desarrollo a los países emisores de emigrantes, el estímulo de la migración legal y ordenada y la integración de los nuevos ciudadanos.