M. Gharbi / M. Posadas.- Tánger

Durante esta semana, la prensa marroquí se ha vuelto a interesar por un asunto que surgió hace ya varios meses en España y que circuló de inmediato a Marruecos. Los marroquíes desaparecidos durante la Guerra Civil española.

El presidente de la asociación marroquí Centro de Memoria Conjunta, Abdeslam Boutaib, envió en octubre una carta al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para pedir cooperación para localizar a los marroquíes desaparecidos entre 1936 y 1939, los tres años que duró la contienda.

Según algunos diarios de Marruecos, que tuvieron acceso a la misiva, el Ejecutivo español afirmó que el Gobierno español “seguirá con atención e interés” este asunto, y agregó que “conocer la historia constituye un soporte esencial para cualquier futuro próspero” y que valoraba “la labor del Centro de Memoria Conjunta”.

El presidente del Centro de Memoria Conjunta indicó, por su parte, que la carta del presidente del Gobierno español es “un paso para reconocer la verdad sobre lo que pasó a los marroquíes desaparecidos durante la Guerra Civil, cuando Franco les condujo contra su voluntad a aquella guerra que no era la suya”.

Agregó que la respuesta del Ejecutivo español era la primera que el Centro de Memoria Conjunta había recibido de “las tantas que había dirigido a instituciones oficiales españolas, al Gobierno marroquí y a los partidos políticos marroquíes”.

Boutaib recordó, además, que el centro está preparando un encuentro internacional en Tetuán, entre finales de febrero y principios de marzo del próximo año, al que se ha invitado al juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, entre otros expertos para abordar el asunto de los desaparecidos en la guerra.

El juez Garzón anunció hace unos meses su intención de abrir la investigación sobre los crímenes contra la humanidad cometidos durante la Guerra Civil española y el franquismo.

Alrededor de 136.000 marroquíes, entre ellos 9.000 niños, participaron en la contienda entre el 18 de julio de 1936 hasta el 1 de abril de 1939.

El 18 de julio de 1936 los militares más conservadores del Ejército español se levantaron en armas contra la República, instaurada democráticamente el 14 de abril de 1931.

En la actualidad, el Gobierno español está favoreciendo el levantamiento de fosas comunes donde se encuentran enterrados los fusilados durante la guerra o el franquismo, que se alargó hasta la fecha de la muerte del general Franco, el 20 de noviembre de 1975. Al mismo tiempo, ha creado la llamada ley de Memoria Histórica que supone, entre otras medidas, la erradicación de todos los símbolos franquistas de los centros públicos, así como recuperar los cadáveres de los miles de desaparecidos.