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El gobierno marroquí denuncia vigorosamente el comportamiento deshonesto de los diarios españoles "El País" y "El Mundo"

 |  30/11/2010
El gobierno marroquí denuncia vigorosamente el comportamiento deshonesto de los diarios españoles El gobierno marroquí denuncia vigorosamente el "comportamiento deshonesto" de los diarios españoles "El País" y "El Mundo" y que confirma de nuevo "la parcialidad comprobada y las graves derivas deontológicas" de cierta prensa española contra Marruecos, subrayó el pasado lunes en Rabat, el ministro de Comunicación, portavoz del gobierno, Khalid Naciri.

Después de haber soportado, durante un mes, con mucha contención una campaña sistemática de calumnia, manipulación y desinformación, Marruecos, en un gesto de buena voluntad, ha dado el visto bueno a la solicitud insistente de las autoridades españolas, y permitió a Ana Romero de “El Mundo" y a Tomas Bárbulo Marcos de "El País” accedr a Laayún para poder cumplir con su misión periodística, sin ningún obstáculo, de igual modo que lo que se ha concedido a los otros medios de comunicación europeos, más objetivos y sin complacencia, indicó el ministro en una declaración a la prensa.

“La buena fe marroquí ha sido traicionada de nuevo", afirmó Naciri, precisando que ambos corresponsales españoles no han cesado de publicar "un torrente de mentiras sobre los acontecimientos de Laayún y rechazan deliberadamente reconocer sus errores” acerca de la situación en el campamento de Gdeim Izik, antes y después de su desmantelamiento por las fuerzas de mantenimiento del orden.

En vez de mantener "un enfoque objetivo, respetuoso de los hechos y de la verdad" sobre la operación de desmantelamiento del campamento el 8 de noviembre, tal como fue demostrada por los testimonios de ONGs especializadas y creíbles internacionales y nacionales, añadió el ministro, ambos periodistas españoles se focalizaron sobre "alegaciones relativas a violaciones de los derechos humanos", con motivo de los actos de violencia bárbara y de destrucción salvaje de bienes públicos y privados, perpetrados a continuación, por criminales en la ciudad de Laayún.

Después de superar ampliamente la duración de estancia convenida y publicar todas las mentiras que deseaba, Ana Romero "se permite hoy de declarar que su integridad física está amenazada", rechazando paradójicamente abandonar esta ciudad. "El colmo ha sido alcanzado, esta mañana, por el director general de “El Mundo” quien ha reivindicado, en las ondas de una radio, la protección del estado español a favor de esta periodista, que ha optado por abandonar su hotel para refugiarse, según dijo, en la casa de España, en Laayún, añadió.

Ante esta situación, el ejecutivo marroquí "denuncia vigorosamente esta actitud provocadora" de El Mundo y de su corresponsal, contraria a la práctica y a la déontologia de un órgano de prensa que se respeta, afirmó Naciri.

Tomas Bárbulo Marcos, de “El País”, recurrió a los mismos procedimientos de desnaturalización metodológica” y de focalización obsesiva" sobre los acontecimientos post-desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik.

A pesar de su gestión estructuralmente hostil, el concernido ha beneficiado, de una entrevista exclusiva, el viernes 26 de noviembre, con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Taïb Fassi Fihri, en un gesto de buena voluntad marroquí .
El resultado de esta entrevista, de más de una hora,"confirma, desgraciadamente, la orientación anti-marroquí" estratégica de este diario sobre la cuestión nacional, dijo el ministro.

Los argumentos precisos y las demostraciones irrefutables han pasado en silencio porque ponen en tela de juicio los fundamentos de la tesis de las adversarias de Marruecos: autodeterminación y referéndum, responsabilidad argelina en el diferendo, realidad del "polisario", situación en los campos de Tinduf, responsabilidad histórica del colonialismo español, parcialidad de la prensa española que manipula la opinión pública de su país, explicó.
En cambio, la única temática que interesaba a Bárbulo hasta la obsesión, concernía las alegaciones de tortura que el ministro marroquí rechazaba, en varias ocasiones. "Eso no ha impedido el periodista de atribuirle propósitos que nunca ha declarado, publicando, de manera insidiosa, que el responsable marroquí habría implícitamente reconocido los hechos", subrayó Naciri.

"Estamos de nuevo ante una calumnia de extrema gravedad, de un error profesional adicional inadmisible” que el ministro de Asuntos Exeriotres y Cooperación ha decidido de recurrir a la justicia española, concluyó Naciri.
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