El martes 20 de septiembre se procedió a la inauguración en Málaga de un centro que aspira a convertirse en el ‘buque insignia’ de la cooperación descentralizada entre España y Marruecos, el Centro de Estudios Hispano Marroquí, un proyecto iniciado conjuntamente entre el Ayuntamiento de Málaga y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, y que cuenta con la colaboración de varias entidades españolas y del norte de Marruecos.

A la inauguración asistieron varias personalidades marroquíes, entre ellas, el presidente del consejo regional de Alhucemas- Taza Taounate, Mohamed Boudra, el vicepresidente del consejo regional de Tánger-Tetuán, Mustapha Karkri, así como los alcaldes de Nador, Alhucemas, Tetuán, Chauen, Oued Laou, Tánger y Larache, así como el presidente de la universidad Abdelmalek Essaadi Tánger-Tetuán,  Houdaifa Ameziane.

Está previsto, que en breve, se inicien las actividades de este centro, que dará cabida tanto a actividades de formación de cargos municipales y gestores de asociaciones, así como actividades culturales y de desarrollo de relaciones económicas entre los dos países.

El proyecto Centro EHM ha sido cofinanciado por el Fondo de Desarrollo Regional (Feder), a través del Programa de Cooperación Transfronteriza España Fronteras-Exteriores, está promovido por el Ayuntamiento de Málaga y apoyado por el Ministerio de Asuntos Exteriores.

El Centro de Estudios Hispano-Marroquí, situado en la calle Muro de San Julián, nº 33, esquina Puerta de Buenaventura, ocupa un edificio de tipología típica que representa una valiosa muestra de arquitectura civil del siglo XVIII.

El edificio se construyó parcialmente sobre la muralla musulmana del s. XI, que subyace hipotéticamente en más de la mitad del solar cuya cara intramuros pasa por la mitad del patio central. Por esta razón parte de la planta baja está levantada aproximadamente un metro sobre el nivel de la calle. El proyecto arquitectónico de rehabilitación del inmueble ha tenido muy en cuenta la primigenia estructura, no sólo para no dañarla sino para preservarla, sin menoscabo de la necesaria funcionalidad que ha de tener el edificio para desarrollar las actividades propias de un centro público.

Dentro del volumen de la casa queda un fragmento de la muralla medieval de dos plantas de altura, que formaba parte de la Puerta de Buenaventura, la antigua Bab el Jawja (Puerta del Postigo). Este lienzo de muralla ha quedado integrado en el inmueble como testimonio patrimonial de la Málaga musulmana, lo que supone un enriquecimiento estético e histórico tanto del propio edificio como de la zona en que se halla. Por fortuna, los cambios que ha sufrido esta construcción a lo largo del tiempo no han afectado a su estructura general, que ahora queda revalorizada.