El proyecto de rehabilitación de la antigua medina de Tetuán se presentó el martes 24 de enero en el marco de una jornada de estudio y reflexión en la cual tomaron parte las autoridades locales y los representantes de la sociedad civil que hicieron hincapié en la necesidad de movilizar todos los esfuerzos con el fin de salvar este patrimonio universal de la humanidad.
Este proyecto, que está dotado de un presupuesto de 315 millones de dírhams (28 millones de euros) contempla la rehabilitación del aspecto arquitectónico auténtico de la ciudad, la valoración de tejido urbano tradicional, la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones de la medina y la restauración de los edificios históricos.
Este proyecto, que se realizará en el plazo de 48 meses, hasta 2014, prevé también la renovación de las redes de distribución de agua potable y electricidad, la rehabilitación de las infraestructuras y edificios religiosos, así como de los centros culturales. En la medina viven unos 30.000 habitantes.
Declarada patrimonio universal de la humanidad por la Unesco en 1997, la antigua medina de Tetuán, que se extiende sobre una superficie global de 50 hectáreas, hace frente a varias dificultades vinculadas, en particular, con el deterioro del marco construido, a las disfunciones constatadas en los espacios públicos, al decaimiento de los monumentos históricos y a la degradación de la red de agua potable.
La rehabilitación de la antigua medina de Tetuán se va a articular en seis principales ejes relativos al marco construido, a las infraestructuras, a los edificios religiosos, al desarrollo de los servicios socioculturales, a la reorganización de los comercios y a la promoción de las actividades turísticas.
Este programa es el fruto de una asociación entre varios departamentos ministeriales en el que contribuyen también la Agencia para la promoción y el desarrollo de las provincias y prefecturas del norte de Marruecos, la agencia de la cuenca hidráulica del Loukkos, el Consejo de la región Tánger-Tetuán, el consejo del Municipio urbano de Tetuán, la Autoridad delegada encargada de la distribución del agua y la electricidad, y la sociedad civil.
La antigua medina de Tetuán fue objeto de varias conferencias y mesas redondas consagradas exclusivamente a la conservación de esta ciudad antigua de la que sus murallas datan de finales del siglo XV y cuyo acceso se hace por siete puertas que son Bab El Oqla, Bab Saaida (hacia el Este), Bab Mqabare, Bab Ejjyafe (hacia el Norte), Bab Nouader (hacia el Oeste), Bab Toute y Bab Remouz (hacia el Sur).
Expertos marroquíes y españoles, académicos y protagonistas asociativos no dejaron, nunca, a lo largo de estos encuentros, de hacer llamamientos urgentes para una intervención rápida de todos los componentes de la sociedad con el fin de evitar posibles degradaciones.
Entre estos expertos figura el doctor y profesor en la facultad de Letras de Tetuán, Mohamed Benaboud, especialista de la medina que, en muchas ocasiones, alertó llamando, en particular, a la elaboración de una visión global y la instauración de una agencia independiente para la protección de la medina a través la creación de puestos de policía de proximidad, de la adaptación y la restauración de grandes callejuelas comerciales, la organización de la circulación peatonal, el apoyo a las casas que amenazan con derrumbarse y al valor histórico.
Entre las otras prioridades citadas por Benaboud, figura la renovación de la antigua red de alimentación del agua y la restauración del cementerio islámico.