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"El calentamiento global es una certeza científica y no una ideología"

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| 09/02/2009

Abdelaziz M'Rabet.- Corresponsal en Tetuán

El club de medio ambiente y sanidad de la Asociación Tetuán Asmir organizó el pasado sábado 7 de febrero en la Casa de Cultura de la ciudad una mesa redonda sobre la ‘Problemática de las inundaciones en la región de Tánger-Tetuán: Cambios climáticos o acondicionamiento territorial”, con la colaboración de la Facultad de Ciencias, la Agencia Urbana, Aguas y Bosques y la Agencia de Aguas del Lucus.

En nombre de la asociación de profesores de la Facultad de Ciencias el doctor Taieb Uazani destacó la importancia de la problemática de las inundaciones y sus nefastas consecuencias, un asunto que esta semana, por desagracia, ha estado de actualidad. Cedió después la palabra al doctor Kamal Targuisti subrayó el peligro hidráulico en todas las cuencas del norte de Marruecos después de las lluvias torrenciales que han caído en un poco tiempo. Recordó las épocas de las grandes inundaciones en Tetuán y en Tánger desde el año 2000 que provocaron cortes de circulación en las grandes vías públicas. También subrayó las enormes pérdidas humanas y materiales tras las inundaciones del jueves 23 de octubre de 2008 a raíz del desbordamiento del Río Martil. Tras la construcción del pantano Mulay Hassan Ben Mehdi en Khemis Anjra se han reducido notablemente las inundaciones.

Por su parte, el investigador Taiqui Lahcen afirmó que “el calentamiento global es una certeza científica y no una ideología” y que el llamado efecto invernadero es un fenómeno “muy normal a pesar de los impactos que aumentan el CO2, como las actividades volcánicas o industriales”. Según explicó, todas estas variaciones, ecuaciones y previsiones futuristas estudian el calentamiento global pueden generar temperaturas altas, ciclos sin lluvias o inundaciones de gran importancia.

Las recomendaciones de los expertos participantes en el encuentro se dirigieron a administraciones públicas como las comunas y a la Agencia Urbana con el fin de que no concedan licencias de construcción en las cuencas de los ríos, en los bajos terrenos que forman estancamiento de las lluvias y otros sitios considerados como peligrosos para ser habitados por riesgos de inundación.