El ex primer ministro marroquí, Abdellatif Filali, falleció el viernes pasado por la mañana en el hospital Antoine Beclère en Clamart en las afueras de París, a la edad de 81 años.

Abdellatif Filali, nacido el 26 de enero de 1928 en Fez ocupó varios cargos ministeriales en sucesivos gobiernos desde la Independencia de Marruecos, entre ellos, el de ministro de Exteriores y Cooperación, de Información y de Enseñaza Superior.

Fue también embajador en varias capitales, entre ellas Madrid, Argel, Londres y Pekín, y ocupó igualmente el cargo de representante de Marruecos ante la ONU.

En 1994, Filali fue nombrado por Hassan II, Primer ministro conservando al mismo tiempo su cargo de ministro de Exteriores y Cooperación.

Cuatro años después, fue nombrado en 1998, ministro de Estado, ministro de Exteriores y Cooperación en el Gobierno presidido por Abderrahmane El Youssoufi.

Con anterioridad, había ocupado otros cargos, entre otros, el de encargado de negocios de Marruecos ante la ONU desde 1958 hasta 1959. Después ha ocupado el cargo de director del gabinete real (1959 a 1960) y encargado de negocios de Marruecos en Francia desde 1961 hasta 1962.

En 1981, Filali fue elegido secretario perpetuo de la Academia del Reino de Marruecos, un puesto que mantuvo hasta el mes de abril de 1982. Es condecorado del wissam del Trono de la orden de gran oficial.

Por otra parte, el Rey de Marruecos Mohammed VI ha dirigido un mensaje de condolencias a los miembros de la familia del difunto Abdellatif Filali.

En este mensaje, el Rey afirma haber recibido con una "profunda tristeza y una gran aflicción" la noticia del fallecimiento de Adellatif Filali.

En esta "circunstancia dolorosa", expresa a la familia del difunto, y a través de ella, a sus amigos y conocidos, sus "vivas condolencias" y la expresión de su "simpatía y compasión" por la pérdida de "uno de los grandes hombres de Estado y uno de los servidores adictos del Trono". 

Mohamed VI rememora, en este mensaje, las cualidades del difunto durante el ejercicio de sus funciones y destaca sus competencias políticas y humanas elevadas.