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Entrevistas

Javier Valenzuela

"He procurado como periodista español cubrir Marruecos desde el afecto y el cariño"

 |  05/06/2014

Texto y foto: Ferdaous Emorotene - Tánger

 

Javier Valenzuela, periodista y escritor granadino, autor de cinco libros consagrados al mundo árabe y musulmán, es considerado uno de los periodistas españoles más sobresalientes  en temas relacionados con el mundo árabe.

Fue corresponsal permanente de ‘El País’ en Líbano, Marruecos, Francia y Estados Unidos y  enviado especial en varios países como Irán, Irak, Israel, Bosnia, Egipto, Turquía y Argelia.
Entre 1993 y 1995 fue director adjunto del mismo periódico en la redacción de Madrid. En noviembre de 2012 dejó ‘El País’ y a comienzos de 2013 fundó y dirigió ‘TintaLibre’, la revista impresa mensual del diario digital infoLibre.
 

En esta entrevista, el veterano periodista ahonda en varios temas  relacionados con Marruecos y el mundo árabe en general.
 

-    Antes de empezar la entrevista, los lectores de Diariocalledeagua, quisieran saber qué hace usted en Tánger.
 

-    Llegué a Tánger el mes de marzo para terminar de escribir mi primera novela que empecé en Madrid el pasado diciembre. Siempre he querido escribir una novela ambientada en Tánger ya que la ciudad es un escenario perfecto que permite al escritor poner  personajes españoles y marroquíes.

-    ¿Puede usted adelantarnos un poco sobre el tema de su novela?


La obra reúne dos planes temporales, uno se desarrolla en el año 2002, poco después de los atentados del 11 de Septiembre,  donde el ambiente en la ciudad, igual que otros países árabes estaba marcado  por aquellas complicadas circunstancias mundiales, mientras que el segundo plano transcurre en el año 1956, el fin del periodo internacional y cosmopolita de la ciudad del Estrecho y año dónde se proclamó la Independencia de Marruecos.


La novela contiene una historia de amor entre un joven español, Sepúlveda, un profesor  del español en el Instituto Cervantes, y Leila, una tangerina musulmana, que estudió Farmacia en Granada. Los enamorados se enfrentan a la hostilidad de sus familias y comunidades.
 

-¿Existen algunos personajes reales en su obra?


Es una novela ficticia y todos los personajes son es el fruto de mi imaginación pero es verdad que existe en la historia el personaje del escritor Mohamed Chukri, un amigo muy querido y una de las figuras literarias más importantes de la ciudad. En la obra Chukri será el confidente y amigo del profesor español.


 -¿Qué significa para usted, Tánger y cómo observa su nuevo aspecto moderno?
 

- Tánger históricamente ha sido el balcón de Marruecos a Europa  y al Mediterráneo, por el que Marruecos se asomaba al mundo.


Al final del siglo  con la época de Protectorado y su Estatuto Internacional alcanza su máxima dimensión pero es verdad que eso estaba teñido de un aspecto de colonialismo porque los marroquíes podrían decir que aquel Tánger liberal y cosmopolita, tolerante abierto a todos los vientos del mundo no era natural, era fruto de la situación del colonialismo.


Luego Tánger entra en una decadencia espantosa al fin del periodo internacional porque el rey Hassan II que tuvo sus cualidades pero por ciertas razones  no prestó atención a Tánger y en general al resto del norte de Marruecos. Creo que fue uno de los errores estratégicos de su reinado.
 

Yo venía aquí en los año 80 y 90 y veía como se iba degradando y deteriorando viendo decadencia, las fachadas no se pintaban, las calles no se asfaltaban y tenía un aspecto cada vez más pobre, más triste. Pero sus ventajas estratégicas seguían allí, de posición geográfica y su historia y cultura no se había perdido 
 

Es verdad que a diferencia de su padre el rey Mohamed VI que sí presta atención a la ciudad, y se nota un crecimiento mientras en los años 80 y 90 era un periodo de mucha decadencia, ahora noto que hay un resurgir, un revivir un pequeño nacimiento de la ciudad que puede devolverle ese papel de Balcón de Marruecos al mundo y del mundo a Marruecos. 
 

-Como turista y amante de la ciudad ¿Qué cambiaría en la ciudad?


Creo que Tánger y Marruecos pueden aprender de la experiencia española. En España se han hecho cosas bien con el turismo pero también se han hecho mal, no hay que construir todo. A diferencia de España donde cualquier parcela en la playa, en la montaña, se ha construido, no deben de construir todo, hay que dejar playas y montes vírgenes, parques, bosques, porque el turismo del siglo XXI no quiere solo sol paella sino también quiere calidad, playas limpias y vírgenes, montes dónde hacer senderismo, donde caminar y oxigenarse, este error no puede cometerse en Tánger y en Marruecos hay una tentación terrible para ganar dinero.
 

No hagamos un turismo barato. En España queremos que vengan para el sol y playa pero en un momento dado, quieren visitar un museo, monumentos, obras de teatro, un concierto. Démosle un dimensión cultural a Tánger, hágamos museos, teatros, salas de exposiciones hagamos casas que refuerzan su atractivo para los turistas y también para los inversores que vienen aquí a establecerse, a crear empresas.
 

- Sobre la rehabilitación del Gran Teatro Cervantes.


Tánger tiene una oportunidad de oro con el Gran Teatro Cervantes que es un edificio histórico, singular muy bien ubicado, al lado de lo que va ser la Marina. Edificio propiedad del Estado español que no puede mantener, creo que las autoridades marroquíes y españolas deberían de restaurar y hacer una cosa para el siglo XXI, a lo mejor no tiene sentido que sea solamente teatro, a lo mejor se puede hacer un mixto, en el que hubiera actuaciones teatrales, proyecciones cinematográficas, conciertos, actuaciones de baile y a lo mejor, alrededor un pequeño muestra o galería comercial de categoría, con ocho tiendas exquisitas de ropa, artesanía, de música.


El teatro podría ser un sitio ideal para que, manteniendo la propiedad del Estado español, se pueda crear un tipo de fundación o algún tipo de organismo conjunto.
 

A lo mejor no tiene sentido que se restaure, se puede mantener la fachada los elementos arquitectónicos decorativos más significativos del interior. Lo que Tánger está pidiendo mucho olvidemos de las guerras absurdas, de banderas, pongamos las dos partes.
 

Lo políticos no hacen sus trabajos, propongo que en una de las próximas cumbres hispano marroquíes que, aparte de hablar de la agenda tópica y habitual, que dedicaran cinco minutos de gestiones conjuntas para mantener el Cervantes y otros asuntos semejantes.

-Como periodista que ha estado cubriendo durante mucho tiempo Marruecos, ¿Cree usted que  llegará el día en el que los marroquíes y los españoles trabajarán conjuntamente para poner fin a todos  los puntos de conflicto?


- Personalmente  he procurado como periodista español cubrir Marruecos desde el afecto y el cariño y siempre con dos ideas: la primera que quiero a Marruecos y quiero que le vaya bien: Quiero que Marruecos avance por la senda del progreso económico la justicia social, las libertades y derechos la democracia, la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, quiero que Marruecos progrese… quizás otros periodistas no.
 

Y segundo, a los españoles que no quieren a Marruecos les digo que no seáis tontos!!! el interés nacional de España es que a Marruecos le vaya bien.
 

Los españoles deben de ser lo suficientemente inteligentes, y muchos no lo son, para saber que el progreso de Marruecos es un interés nacional español, cantidad de problemas que hemos tenido con Marruecos se resuelven con un Marruecos que progresa y con una España que se lleva bien con su vecino del sur.
 

Miren ustedes cómo no hay problemas entre España y Portugal o España y Francia. Con Francia nos hemos peleado toda la vida pero desde que estamos todos en la UE con sistemas políticos y económicos semejantes y trabajando desde la amistad y la cooperación no hemos vuelto a tener ninguna guerra o problema transfronterizo ya que a España le interesa que a Francia le vaya bien y viceversa.
 

Con Marruecos tenemos que establecer esta relación, que no haya ninguna razón para que los marroquíes tengan que inmigrar, que no haya ninguna razón para que ningún marroquí le dé por el extremismo, por el radicalismo, que los inversores españoles se sienten a gusto y con seguridad, esto nos conviene.
 

-Usted ha podido conocer personalmente a los reyes de Marruecos, Hassan II y Mohamed VI ¿Cuéntenos un poco sobre ese encuentro y cuál fue su impresión?

-    Entrevisté dos veces a Hassan II, una en Marraquech y otra en Sjirat , a partir de estas dos experiencias se puede decir que el rey era un señor caprichoso, muy culto con gran dominio de la política internacional.


En la misma entrevista de Sjirat conocí al actual rey Mohamed VI. Mientras que estaba entrevistando al monarca  cerca de la piscina. Al terminar la entrevista, este último hizo un gesto a sus hijos que estaban bañándose para que se acercaran a saludar.
 

Estuve conversando con los dos: Sidi Mohamed y Muley Rachid que hablaban perfectamente el español. Mohamed VI me comentó que hace poco había estado en España en unas vacaciones y que conocía el país y que le gustaba.
 

Entendí en aquel momento que alguno de los problemas que había tenido el reinado de Hassan II se podía resolver. Marruecos en la época de Hassan II caminaba con una sola muleta francesa con dirección a Europa, porque España en la época de transición a la democracia y a la entrada a la Unión Europea, ya no era pobre pero no tenía ninguna influencia mundial y se podría prescindir de ella. 
 

Probablemente Mohamed VI lo sabía, cuándo lo veía en Sjirat, creo que lo ha intentado, en los años que lleva reinando, veo que hay mucho que mejorar respecto con la relación con España sobre todo se hizo en la época de Zapatero con Moratinos como ministro de Exteriores. Creo que Marruecos y España muy inteligentemente se han acercado  mucho sus posiciones y se han visto como socios y no como rivales. 
 

-¿Qué le parece el progreso en general emprendido en el país?


Sinceramente, Mohamed VI ha hecho progresos políticos sociales, en derechos y libertades pero  desafortunadamente el mundo corre mucho más. Está avanzando pero debe pasar a quinta o sexta velocidad es igual que un coche que tiene seis marchas pero que va en cuarta.
 

Marruecos igual que los países llamados emergentes puede alcanzar un progreso económico notable si llegara a crear verdaderas clases medias con poder adquisitivo o puede crear una minoría rica y una mayoría de población que viva austeramente. Creo que este país  está pidiendo a gritos una reforma fiscal para que los ricos paguen más y que las clases populares y medianas paguen menos.

-    Varios países árabes han conocido lo que se denomina ‘la Primavera árabe’. Viendo lo que pasa en actualidad y concretamente en Egipto ¿Cree usted que este fenómeno ha servido al pueblo?
 

Desde el primer día dije que la primavera árabe no era cuestión de semanas o meses sino de años o de lustros, décadas, es un fenómeno histórico de  largo calado, es el descubrimiento por parte de numerosos árabes, es un proceso histórico donde habrá avances y retrocesos cosas que salgan bien y mal.
 

Todos los progresos y cambios de la humanidad han pasado por las mismas etapas, Francia y Estados Unidos pasaron muchos años de turbulencias, violencias, penurias económicas, sociales, muertes y revoluciones, no fue un cuento de hadas pero dio a Francia y Estados Unidos estados modernos y países potentes.
 

En España también cuando pasó por la transición democrática, hubo violencia, muertes, muchos problemas económicos, el paro subió, la inflación, fueron años muy duros pero aquello se asentó y se arregló y España en los años 80 y 90 conoció una prosperidad extraordinaria.
 

Egipto está en una fase de retroceso con el golpe cívicomilitar,  el dominio actual de los militares, la candidatura del Sisi y  las condenas de muerte, pero en el  partido de fútbol de Egipto de clasificación a la democracia estamos en el minuto 30 de la primera parte. O sea quedan todavía 60 minutos.

En Egipto veremos otro ‘Tahrir’.  El Egipto que al final queremos que surja es un Egipto que no solo esté dominado por esas dos fuerzas que en estos momentos están protagonizando el pulso: los Hermanos Musulmanes y los militares. Queremos un Egipto democrático y plural en el que se sientan a gusto liberales, socialdemócratas, arabistas y también los cristianos coptos.
 

-    ¿Por qué cree usted que Marruecos no se vio afectada por este fenómeno?
 

Marruecos no estaba en la situación en que estaban países como Túnez, Egipto, Libia. El país no vivía la misma situación por eso no se produjo el fenómeno de la ‘Primavera árabe’ con la dimensión que se produjo en otros países.
 

Marruecos ha logrado escapar de las turbulencias de la ‘Primavera árabe’ ya que el poder no era tan agobiante y asfixiante como en otros países y segundo porque hubo una buena reacción rápida por parte del rey para emprender reformas. 
 

-    El control de la inmigración subsahariana es uno de los temas que afecta a los dos países, España y Marruecos ¿Qué opina usted sobre los últimos sucesos ocurridos? 

Sinceramente, detecto una actitud hipócrita histórica en las autoridades españolas, medios de comunicación y buena parte de la opinión pública en relación con el fenómeno de la inmigración. Se pide a Marruecos que tiene que controlar muy seriamente esa inmigración y luego, al mismo tiempo, se le critica si emplea medidas que aparentemente son desagradables.


Y cuando ocurren asuntos como el recién caso de los inmigrantes que han sido  objetos de disparos de goma el pasado mes de marzo, por parte de la Guardia Civil española, esa misma gente que protestaba antes por la dureza que empleaba la policía marroquí con los inmigrantes saharianos, no se les  escuchó protestar.
 

Creo que Marruecos ha cooperado muy eficazmente con España en controlar la inmigración y es un papel muy duro para Marruecos, le cuesta económicamente y socialmente.
 

Marruecos, España, Italia y Grecia deberían recibir ayudas importantes por parte de la UE ya que les han dado el papel de Gendarmería de la UE sin dar recursos para ello y también plantear un plan Marshall para África.
 

-¿Puede usted concretar cómo se puede llevar ese plan?
 

- Llevamos más de 15 años tratando el problema con parches. El problema de la inmigración no se resuelve ni con leyes, ni con vallas con cuchillas, ni con pelotas de goma, ni mucho menos con campos de concentración, se resuelve con dinero sacando dinero a los muy ricos del planeta.
Hay que  crear un impuesto internacional a las transacciones financieras, conocido como la tasa Tobin, con ese dinero hay que plantear la ayuda a los países del África subsahariana y ayudas económicas a los países transfronterizos.




 









 

 

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